Con el lado oscuro del corazón me refiero por supuesto a la película, lo del lado oscuro del mundial es solo un paréntesis. Creo que viendo esta copa del mundo me voy a volver un Jean Paul Sartre en tanto y en cuanto al mi visión del fútbol, y es que el fútbol ha perdido su inocencia, ya no es lo que era, se le acabo el romanticismo. Y es que no puede ser que todo se derrumbe de ese modo, que España pierda ante Suiza y su juego timorato, que Alemania se desespere y pierda la disciplina (si, Alemanes desesperado e indisciplinados por increíble que suene), que Inglaterra no pueda con un equipo Argelino tirado atrás. Así ha acontecido un mundial sin emoción, rocoso, sin chiste, con Brasil sin inspiración, con Portugal y Costa de Marfil empatando a cero (eso es a lo que yo llamo una mentada de progenitora). Jean Paul Sartre dijo alguna vez que "la vida es una porquería", pues si así van a seguir las cosas, si van a ir por ese rumbo, para mi el fútbol se va volver eso exactamente, una porquería. Esperemos que no, que vuelva el fragor al campo de batalla, que vuelva la genialidad, el dinamismo, el juego al tu por tu. Por lo mientras, solo hemos visto el lado oscuro del mundial, hace falta encontrar ese fútbol, "el que vuela", para iluminar ese lado oscuro.
Ahora sí, hablemos de la película. y es que ver esta película es como encontrarse en el botiquín del baño de un cabaret un libro de poemas de Benedetti, el maestro Benedetti. Esta película es la poesía hecha cine, un simposio poético al estilo del cine, es como uno de esos libros viejos y arrumbados pero en cuyas páginas hay oro puro a pesar del engaño que su imagen representa; y es que hay que decirlo, dude un poco de esta película al verla de inicio, a pesar de estar en formato DVD, la cinta tiene una apariencia maltrecha, con un sonido sin remasterizar al igual que el resto de las imágenes. Sin embargo, el transcurrir de la historia entrelazada con la actuación y la recitación de los diálogos la convierte en una magnífica película, en eso que mencione antes, poesía hecha cine. Y como no mencionar la aparición del maestro Benedetti, épica, tan atinada, tan llena de gracia, apenas un instante aparece, pero uno lo nota, aunque trate de pasar desapercibido, el hijo predilecto de la República Oriental del Uruguay esta ahí, dándole ese empujoncito extra a la película. El lado oscuro del corazón tiene además otra virtud muy favorable, y es que nos muestra latinoamérica de una forma honesta, abierta, en su esencia salvaje, desordenada, surrealista, pero también noble, que ofrece un lugar para soñar hasta para el que ya ha sido dado por descontado en cualquier otro país civilizado. Así transcurre esta maravillosa realización fílmica, con el poeta Oliverio en su busque da de "la que vuela", en su búsqueda de iluminar ese lado del corazón, oculto por falta de quién lo descubriera.
Por cierto ganaron los Lakers, un buen final para los pupilos del once veces campeón Phil Jackson, enhorabuena por este legendario coach del Basketball de la NBA. Así me despido pues, y hay que segur viéndo cine, y hay que seguir viéndo el mundial, y hay que disfrutar del show de la vida, pues eso sí, no esta de más.
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