Mea culpa, me disculpo por aquellos que lean este blog y no gusten del fútbol, pero francamente me dejo llevar por este deporte, mea culpa. Pero dentro de mis obsesiones la mayores son causadas por filmes, así que hablaré de esta película inspirada en el libro homónimo de Charles Dickens, que os confieso, ha sido mi obsesión desde niño.
Y es que esta película consigue perfectamente expresar el tema principal del que nos habla esta historia, el amor duele, y es un sentimiento tan fuerte que soportaremos cualquier dolor por el. El esteticismo por el que en su momento fue criticado Alfonso Cuarón al hacer Grandes Esperanzas es justamente lo que hace a esta película tan especial, pues hay ciertas escenas de la película que son estimulantes, que te hacen meterte en la piel de los personajes principales, particularmente en la del protagonista, Finn.
A mi me parece que la clave para amar esta película es no leer el libro, pues los reclamos no se hacen esperar. Confieso que no he leído el libro, pero si me he dado a la tarea de investigar algunas de las diferencias entre la novela de Dickens y la película de Cuarón, comenzando con la construcción que hace Dickens del personaje principal, quién fusionando su nombre con su apellido se auto nombra Pip (Philip Pirrip), cosa que no sucede en la película al igual del hecho de que en el libro Pip es un herrero mientras que en la película Finn termina convirtiéndose en pintor. Entre ese y muchos otros detalles, y el hecho de que es una adaptación moderna, es donde creo que reside el desprecio de los que consideraron que la película se les paso de moderna y prefirieron desgarrarse las vestiduras que ver lo bueno del filme.
La película tiene detalles memorables, pero lo que destaca son las actuaciones, entre las que destaca la actuación magistral de Robert De Niro, mis respetos, toda una lección de trabajo actoral de primer nivel, con sustancia, eficiencia, "whisper, whisper, whisper", no hay adjetivos suficientes para describir lo maravilloso que es el trabajo de De Niro en Grandes Esperanzas. Otra mención honorífica a Anne Bancroft, pues su desarrollo del personaje de la señora Dinsmoor también fue muy bien logrado. No hay como ignorar la fijación que crea la belleza exquisita de Gwyneth Paltrow al verla como Estella. Ethan Hawke demuestra en cada película que el talento es lo que más importa para una buena interpretación, más allá de que tanto te haga lucir la cámara.
Además hay escenas que rayan en lo erótico al punto que uno se siente voyerista al verlas, y que decir de los besos que Estella le da sorpresivamente a Finn, la libido tiene derecho a sentirse exaltada cuando uno ve esos close up tan maravillosamente realizados.
Al compatriota Cuarón le sale lo mexicano durante la película, sobre todo cuando menciona a los clavadistas de "la quebrada" en Acapulco, o en esa escena en el metro en el que se vislumbra el rayón de una mica que reza claramente "Salinas ratero", si no lo han visto os juro que es cierto, vean la película y ahí encontrarán ese sutil detalle. Tal vez los extanjeros se lo reclamen, o a lo mejor ni dan cuenta de este aspecto aquí mencionado.
El final pudo ser mejor, un desarrollo más intenso del regreso de Finn a Paradiso Perduto y su reencuentro con Estella se habría agradecido, sobre todo aprovechando la estética del filme, pero fue en cambio un final desanimado, un poco frío, distante. No se si fue asunto de la dirección, o de la edición (o montaje como se le conoce en nuestro idioma), pero fallo el cierre de la película, con lo cual mucha gente que la ve se va insatisfecha.
Sin embargo, yo rescato la intensidad tan genuina y cálida con la que Cuarón retrato esta historia, en la que su único pecado fue no comprometerse hasta el final con su visión, tal vez pensando en la reacción de la crítica, no lo se, pero darle mérito a su esfuerzo, no esta de más.
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