Este es el partido más esperado cada cuatro años, el partido que todos quieren jugar, y hoy vimos una edición más de ese partido. Fue en el análisis un partido bastante cortado, lleno de faltas, patadas, golpes, imprecisiones en la definición y más de una salvada impresionante frente al arco. A pesar de los golpes mencionados, hay que decir que al final de cuentas vimos caballeros en la cancha, pues el pasillo que Holanda le hizo a la España campeona fue una muestra del espíritu deportivo y la caballerosidad. Ya llegará el día para Holanda, pues España en esta ocasión fue mejor, lucho más, y para remarcar, se mantuvo siempre fiel a su estilo de toque preciso del balón ,a su idea de recuperación del balón, y lo más importante, fiel a la idea del ataque constante que trajo consigo un espectáculo digno de admirarse. Con el triunfo de España ganó el fútbol, y con esta final me queda mejor sabor de boca que con lo que pasó hace cuatro años. Lo acontecido en esta ocasión nos deja una lección importante, en el fútbol brindar un buen espectáculo es lo más difícil, pero es siempre la mejor opción.
Después del rechazo del estatut catalán por parte del tribunal constitucional de España, y después de la crisis económica tan dura que enfrenta dicho país, me parece que el triunfo de la selección española de fútbol no pudo caer en mejor momento, pues esto llamará a la unidad de la nación española que creó que ahora más que nunca festeja como una sola. y por eso decía yo que España es Cataluña y el suelo manchego, el Aranjuez y el Quijote, y ahora también es su fútbol, más allá del Real Madrid y el Barcelona. Por esto es que el deporte es tan maravilloso, por que tiene la capacidad de unificar e inspirar, de hacer reír, llorar y sobre todo gritar.España lo hizo en grande en esta competencia, y lo hizo tan bien que hay que decirlo, ¡larga vida al rey!.
Así decimos adiós a la máxima fiesta del deporte (junto con los olímpicos), a la fiesta en la que todos especulan festejan, esa fiesta al la que muchas veces cuesta tanto trabajo llegar. Hoy en el Soccer City termino la travesía, vencedores y vencidos, a nadie se le quita lo bailado, todos soñaron, jugaron, y nos demostraron lo importante que es este deporte, que crea expectativas, que vuelca los ojos de naciones enteras en él. Como lo mencioné al principio, Sudáfrica no era un lugar idóneo para albergar el evento, hubo muchos robos y problemas de inseguridad y la infraestructura demostró no estar a la altura (solo los estadios se salvaron). Y sin embargo, también mencione que me daba gusto por Mandela, uno de los ejemplos más grandes de heroísmo y me atrevería a decir que de santidad que ha visto la humanidad, una lástima que tuviera que pasar por el luto de la muerte de su nieta al inicio de este evento. Me hubiese gustado que él entregara la copa del mundo y no Blatter, pero al menos obtuvo la ovación del estadio en la ceremonia de clausura.
Adiós Sudáfrica 2010, y larga, ¡muy larga vida al rey!, felicidades a España y los españoles en su triunfo, pues la copa mundial de fútbol, esa si que no está de más.
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