viernes, 21 de mayo de 2010

Más extraño que la ficción: mi más reciente obsesión

Esta semana fui a ver "El imaginario doctor Parnassus", y me agrado por su originalidad, muy al estilo de Terry Gilliam. Pero desde hace un tiempo la película que me obsesiona es "Más extraño que la ficción", y tengo mis razones, con las cuales aprovecho para hacer una crítica sobre esta película.

Will Ferrell era físicamente aceptable para el papel de Harold Crick, pero en el momento de la actuación le faltó comprender que era lo que tenía que hacer durante los momentos más cómicos, los más trágicos, y también los momentos que eran hasta cierto punto simples. No quiero sugerir nombres porque eso si esta de más. Los demás personajes fueron bien interpretados, en especial el de Emma Thompson, la escritora Karen Eiffel, aunque lo que hace Dustin Hoffman no es nada despreciable, comprende el roll cómico de su personaje, sutilmente cómico.

La primera vez que vi esta película me pareció verle mayor potencial como tragedia, con esa música tan peculiar de Vangelis casi al final de la historia cuando Harold es atropellado; si el asunto hubiese sido manejado con la intención trágica al final, con un actor más serio en el papel de Harold, la película habría impactado de una forma insospechada, yo creo que nos hubiera dejado conmocionados. Pero la intención del guionista era otra, de haber querido hacer lo que he mencionado, lo hubiera hecho, si tuvo la sobrada capacidad de escribir una historia tan original y plagada de detalles, tenía la capacidad de escribir "Los últimos días del infortunado Harold" o algo así en lugar de "Más extraño que la ficción". Comprendo que al final de la historia, como el mismo explica, nos da a entender que son detalles simples y complejos sobre los cuales reside el hecho de nuestra existencia, y que esta se salva através de esos detalles, como los relojes, los abrazos, las personas, un mensaje muy bonito, pero poco valorado tal vez por el potencial trágico del que hablaba.

La idea de un individuo que busca rescatar su vida aunque sabe que solo sera en sus últimos días, es por si sola poética, pues no estamos todos de algún modo en ese filo de la navaja, y al final del día, cuando tal vez debimos haber ya muerto, no analizamos que tal vez seguimos aquí por un simple y absurdo detalle, como caernos y rasgarnos, o llegar cinco minutos tarde al trabajo. La famosa teoría del caos, tan analizada por los matemáticos (matemáticos como Crick, Eiffel, Pascal), tan predecible e incontrolable, no damos cuenta de que vivimos en ella. Tal vez por eso estoy en algún punto obsesionado con esta película, porque me recuerda la naturaleza del universo y de nuestras vidas mismas.

Amén que la película no tuvo tanto éxito ni peso en el público, a más de uno seguramente no le agrado mucho, yo me quedo con los aspectos ya mencionados, y si no la han visto, poues veánla, pues verla, no esta de más.

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