No me agrada particularmente tener que hablar de política, sobre todo cuando se trata de la política mexicana, porque en México el sentido de la democracia debo decir con pesar esta tergiversado y por quién sea que uno se incline no hay soluciones concretas, solo habladurías y al final del día malos entendidos, pues la política en México es mayoritariamente una mafia.
Pero ni modos, tengo que decirlo, si hay algo por lo que estoy a favor es por la legalización delas drogas. Me parece que la óptica con la que se esta viendo este asunto es la óptica errada, pues la legalización de las drogas en ninguna forma va a acabar con el crimen organizado, pues este aunque obtiene sus ganancias mayoritarias del tráfico ilegal de drogas tiene otros rubros. Para no hacerla larga, en mi opinión, cargarle a la legalización de las drogas el paquete de acabar con el crimen en México simplemente es estulto. Si, se reducirían los ingresos de los criminales, pero estos no dejarían de buscar otras formas como los secuestros la trata de blancas y algunas otras cosas de las que ellos se dedican a hacer para tener dinero.
La legalización de las drogas en el mundo no es una cuestión ni siquiera legal, es un asunto de doble moral. Es doble moral por que hemos dibujado líneas aparentemente razonables: alcohol sí, tabaco sí, y el resto no; así simplemente y de un plumazo, nos engañamos argumentando que el alcohol y el tabaco no causan tantos daños como las demás drogas al entender de nuestra autocomplacencia moral. Francamente eso no es más que una vil hipocresía, pues mientras nos sentamos cómodamente en el sofá con una copa de licor y un buen cigarro en la comodidad de nuestras casas, nos parece justo que alguien sea detenido por que esta haciendo exactamente lo mismo que nosotros pero con un buen churro de marihuana. No pienso culpar al cristianismo en esta ocasión, aunque la moral occidental esta muy influenciada por este y sería bueno llevarlo al estrado de las acusaciones. En lugar de eso culparé a la sociedad, que no esta dispuesta a aceptar lo diverso, y entre lo diverso, a los que gustan de intoxicarse de otras formas que no sean las convencionales. La cultura de las drogas es importante, todos necesitamos estar informados de sus efectos y los riesgos que conlleva consumirlas, pero particularmente comprender y ayudar a aquellos que llegaron a lo más hondo de la adicción, ya que una cosa es decir eso no me sucederá a mí y otra muy distinta haber pasado por la realidad de un adicto, pues la realidad de las cosas suele ser más terrible de lo que en realidad se dice que es.
Para concluir este tema, la legalización de la drogas se debe hacer pero no exclusivamente bajo el argumento de acabar con el crimen, sino en pro de avanzar socialmente al hacernos conscientes de que una realidad existente como la de las drogas se debe manejar de otro modo.
Ahora voy con algo que leí hoy y que no puedo dejar pasar por alto, es algo que me deja muy indignado, es menester referirme a esto, pues demuestra que la impunidad en México sigue a la orden del día. Citó el caso de la junta militar argentina, donde si no estoy mal informado Reynaldo Benito Antonio Bignone, aún con la avanzada edad que tiene, fue sentnciado a prisión de 25 años, y no domiciliaría, en la cárcel, como debe ser. Bueno, pues en México, hay más de uno de ese calibre que siguen libres e impunes, y parece que hoy le quieren sumar a esa lista otro ejemplo de la ruindad, un tal Ulises Ruiz, quién increíblemente aún gobernador del Estado de Oaxaca.
Tengo una conocida que fue allá por el año 2006 a visitar a su familia que me dijo cuando a propósito de que estaba comentando con mi hermano el asunto de Tlatelolco en 1968, que si quería ver algo similar fuera a la capital oaxaqueña en aquel momento. Debo decir que tengo familiares allá, y me comentaron que fue espantoso tratar de circular por la ciudad, que había helicópteros merodeando por todos lados y que el asunto parecía casi estado de guerra. Ulises Ruiz en su arrogancia tratando de demostrar que era más poderoso que los grupos disidentes (APPO y SNTE sección 22), expuso a la población de la ciudad de Oaxaca a situaciones muy penosas, y ordenó de un plumazo y debajo de la mesa como el animal rastrero que es, la violación de garantías individuales de quién se metiera en su camino. Ulises Ruiz es una de esas figuras que simbolizan todo lo que esta mal en la política nacional y el porque en México tenemos en tan poca estima a los políticos.
No puede ser que se permita bajo ninguna circunstancia que el congreso de Oaxaca, la mayoría amigos y simpatizantes de Ulises Ruiz lo estén blindando de no volver a ser juzgado por sus crímenes. Estos señores, si así se les pude llamar, están validando la injusticia y demostrándonos su poca calidad ética, nos están enviando un mensaje terrible: con influencias, puedes ser el más infame de los criminales y librarla tranquilamente. Yo espero que al igual que con el asunto de la "amnistía" a la junta militar argentina, esta votación se deseche y Ulises Ruiz pase muchísimos años en la cárcel.
La realidad es otra en México por desgracia, y a mi no me queda duda de que Ulises Ruiz se va a salir con la suya, pero eso si, contrario al título del famoso discurso de Fidel Castro "La historia me absolverá", a Ulises Ruiz la historia lo ha de condenar por lo que es, el símbolo de un canalla cuya inexistencia habría sido un bien común y cuya existencia representa lo indigno que puede llegar a ser el panorama político en México.
Bien, no hay más que decir por hoy supongo, ya hablaré del cine y otras cuestiones más agradables en otro momento, pero lo aquí expresado hoy, no esta de más.
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