65 años de vergüenza: otro 6 de agosto que pasa

El 6 de agosto de 1945 es un día que a diferencia de otros, si debe vivir en la infamia. Es una infamia para todos los que nos llamemos seres humanos esa funesta fecha, pues no se puede justificar bajo ningún argumento la perdida de la inocencia que para la humanidad aconteció debido al lanzamiento de la bomba atómica en Hiroshima aquella, como ya dije, funesta fecha. Para mí, este hecho no solo marca una nueva era en la que ya no podemos sentirnos sino sumamente horrorizados del potencial destructivo que tenemos como especie, sino que representa, como he dicho, el día infame de la humanidad. Infame por que mancilla la labor de los soldados que pelearon con honor durante la segunda guerra mundial, infame por la forma en la que el derecho a la vida de cientos miles de personas fue violentado sin ninguna especie de compasión.

El aparato de Estado de los Estados Unidos de América no tiene excusa ni justificación para dicho actos, y a 65 o a 100 años debe pedir una disculpa, pues esto no fue un ataque con aviones a un fuerte de militar, fue una agresión fea e injusta con todo el poder de la energía nuclear que bien se puede comparar a la agresión nazi en Guernica España, por que al igual fue hecha sobre civiles con premeditación alevosía y ventaja. El Estado alemán se ha mostrado arrepentido por las atrocidades del periodo nazi, incluida la disculpa del presidente alemán Roman Herzog en 1997 por el bombardeo antes mencionado, mientras el Estado estadounidense hasta el momento no parece estar gesticulando ninguna disculpa, al contrario, busca la justa defensa de lo injusto. Aquí no estoy atacando al pueblo americano, que trabaja muy duro y lucha día con día por el bienestar de los suyos, estoy hablando del aparato de Estado, encabezado en aquel entonces por el gobierno del presidente Harry S. Truman y hoy comandado por el señor Barak Obama, es ese aparato de Estado al que me estoy refiriendo, que por el respeto a la justicia, debe encargarse de emitir dicha disculpa. Einstein decía que de haber sabido que su tesis llevaría a esta catástrofe, se habría cortado la mano antes de escribirla; eso es tener vergüenza, eso es aceptar que lo acontecido en Hiroshima un día como hoy hace 65 años fue una infamia, y al igual que Einstein, todos debemos recodar este día como un día que a diferencia de otros si debe quedar en la infamia. Una disculpa es inofensiva, no lastima a nadie más que al capricho vano de los que no están a la altura de saber darla

El tiempo ha pasado ya, y se ha llevado consigo a las víctimas entre la agonía el dolor y la pena sembrada por la tragedia que causa el arrebato de la crueldad. La mejor forma de hacerles honor a las víctimas tanto de Hiroshima como de Nagasaki es propugnando por el tan mencionado desarme nuclear. Mucho me temo que tal cosa no sucederá nunca, pues como humanidad no aprendemos nunca de nuestros errores, demostrado ipso-facto que los cometemos una y otra vez. Lo triste es que nuestra naturaleza tal parece nos terminará destruyendo tarde o temprano, y cuando eso suceda estará demostrado que no eramos merecedores de la vida que en universo nos fue otorgada.

Avergonzados, y no de otra forma, debemos sentirnos todos al recordar esta fecha, 6 de agosto, una fecha que si debe vivir en la infamia. Y al gobierno de los Estados Unidos, si es que en alguna forma, algún día, atiende a mi protesta y a la de millones de personas, una disculpa, no esta de más.